GORRIARÁN CESA A CONSEJEROS CRÍTICOS
AFILIADOS A UPyD IMPUGNAN GRAVES DECISIONES DE GORRIARÁN
Querida R.
Me temo que la desastrosa gestión de Carlos Martínez Gorriarán, y su primitiva incapacidad para el diálogo está causando un auténtico terremoto en nuestro Partido Nuevo. Y es que no se puede fundar un partido nuevo que propone regenerar la democracia en España, imponiendo primero un período fundacional de casi tres años nada menos, que más que un período fundacional es una especie de ley marcial. “Período fundacional” que además, no admite trámite democrático alguno para decidir nada, que no respeta sus propias reglas fundacionales, que no protege ni respeta a los críticos y a los eficientes, y que por el contrario, protege y nombra a los incompetentes, pero cortesanos. Eso ya lo hemos visto en otros sitios, y eso es lo que queríamos regenerar.
El sector oficialista del partido, claramente en minoría pero con todo el control, es el único que mantiene que, ante semejante espectáculo hemos de, no solo permanecer callados sin criticar, sino que además hemos de trabajar en lo que nos ordenen nuestros “superiores”, aunque sean auténticos inútiles, aunque sean auténticos tiranos ignorantes de lo que ordenan. Pero si no ordenan nada y el partido no trabaja en la zona tampoco podemos protestar, ni criticar, ni proponer, a todos estos se les considera traidores, o “insolidarios” con el “período fundacional que nos hemos dado”, como ya reza
Es evidente para estrategas y observadores internos inteligentes y leales al proyecto, que esta situación no mejorará, todo lo contrario: haciendo un cálculo a partir del perfil totalitario e intransigente de Gorriarán como máximo y casi único gestor del partido, lo más probable es que no se rectifique nada y todo empeore. Y entonces estaremos, sin remedio, en puertas de otras elecciones. Es ahora cuando hemos de aprovechar estos meses sin campaña para exigir fundamentales cambios. Quizás un nuevo partido es el que proponemos desde la base, y no el que imponen desde la cúpula, eso ya es muy viejo.
EL GOLPE DE GORRIARÁN
El Consejo Político es el máximo órgano del Partido entre congresos; con la ley en la mano, nadie puede cesar a ningún consejero fundacional porque no tiene autoridad legal, y menos nombrar a consejeros. Después de las elecciones, y cuando el Consejo Político debería haberlas evaluado: Carlos Martínez Gorriarán decidió no convocar a los Consejeros críticos. Es decir, Gorriarán decidió, de facto, “cesar” a miembros del máximo órgano del Partido entre Congresos, potestad que según el, le confiere el “estado de excepción fundacional”. Asombroso verdad? Pues es absolutamente cierto, y los afiliados no pueden saber como es Gorriarán como gestor si carecen de información y solo leen su blog, y a los cortesanos de su blog que cada día puntualmente le dicen lo bien que escribe.
Supongo que todos y todas entendemos que ni Gorriarán ni nadie puede “cesar” a miembros de un órgano de superior rango: este es un dato objetivo. El Estatuto del que nos dotamos no prevé el “cese” ni el nombramiento. Solo el Congreso puede variar la composición del Consejo Político.
LOS AFILIADOS HAN DECIDIDO IMPUGNAR
Según la información y el documento íntegro colgado por un afiliado en los foros internos de LibertadCiudadanos (has de registrarte en la Web para acceder): Un colectivo de afiliados ha impugnado estas modificaciones ilegales del Consejo Político. Y se disponen a hacerlo ante los tribunales. Y lo cierto es que, es el propio Gorriarán el que los pone en esa situación ya que lo contrario equivale a admitir, de hecho, que todas las decisiones del partido, en términos totales y absolutos, dependan del propio Gorriarán.
GORRIARÁN SE DISPONE A CAMBIAR TODO EL CONSEJO POLÍTICO (QUE DEBERÍA SUPERVISARLE A EL MISMO)
Pero no bastándole con esto, Carlos Martínez Gorriarán ha decidido ahora cambiar totalmente el Consejo Político. Ha decidido fundar uno nuevo que se compondrá de nuevos consejeros aportados por las 19 coordinadoras en proporción al número de afiliados, así Madrid aportará la mayoría absoluta en número de más de 20 y las demás coordinadoras aportarán una media de 5 o menos. Naturalmente, los nombramientos los propone cada coordinadora, que a su vez está nombrada o confirmada, y esterilizada de críticos por Carlos Martínez Gorriarán.
Como se le ha quedado el cuerpo al lector?, increíble verdad?, pues esto no solo es cierto sino que además lo consiente todo el sector oficialista del partido, traicionando los principios más elementales de regeneración democrática que defendemos; estos si que son traidores al proyecto, y no los que defendemos algo tan básico que casi nos da vergüenza tener que defenderlo. El resto de afiliados, excepto los que están en LibertadCiudadanos, ni se enteran, víctimas también del estado de sitio fundacional.
Caramba, que curioso verdad? : para refundar el Consejo Político, a Gorriarán si que le da un ataque de democracia interna y dice que ha de ser “proporcional” al número de afiliados. Lástima que no esté previsto legalmente antes del congreso, por lo tanto pretenden un Golpe de Estado: El Consejo Político no puede tocarse hasta el congreso Carlos; aplícate tu también tu estado de sitio fundacional: o tu estás exento. Y puestos a hacer reformas de democracia interna podrías empezar por algo más básico:
- Protección a los críticos: los afiliados críticos deben sentirse libres de identificarse como tales, ahora están sometidos a presiones y amenazas de la minoría oficialista por lo que, o se ocultan o no se identifican por miedo a ser expedientados. Los críticos deben formar parte o al menos ser escuchados en los órganos de debate.
- Información libre al afiliado: El afiliado tiene derecho a estar informado de lo que pasa en su partido, de lo que hacen sus gestores y porque, y de lo que opinan los críticos.
- Elección de las coordinadoras mediante votación de los afiliados con información libre previa suficiente, sin manipulaciones.
Nuestro apoyo a los que impugnan. Impugnar es un derecho del Estado de Derecho que defendemos; el “derecho”, la “ley”, la “norma” por encima de lo que diga la mayoría o una minoría oligarca. Renunciar a impugnar es renunciar a la libertad y consentir la corrupción de las bases de
Ánimo y felicidades.
Atentamente,
Servus Publicus. (Memento Mori)