(Pedimos respetuosamente la dimisión de Carlos Martínez Gorriarán ,Segunda parte de la petición)
(22 abril 2008) Querida R.
Hoy, el compañero Carlos Martínez Gorriarán nos dedica nuevas lindezas en su blog: “Un ejemplo de cyberdemocracia: La plaga de los cybercabras archicyberdemócratas: he aquí un acabado ejemplo: http://libertadciudadanos.es/moduls/opinions/opinio_detall.php?web=LC&id=14 (enlace al artículo de ayer en esta sección de opinión). Y el detalle: la firma anónima del libelista clamando por la transparencia. En fin, el violador exigente de la virginidad ajena deja su huella: huella digital, naturalmente. Pobre cybercabra demoneurasténica.”
Cada día que pasa es más evidente que el compañero Gorriarán no puede continuar siendo el primer gestor de nuestro Partido: es un señor muy gracioso y escribe unos libros interesantes pero gestionar un partido “nuevo” es otra cosa.
Es inadmisible que el máximo gestor, y casi único del Partido trate peor a sus compañeros críticos que a los adversarios del Partido. Con Carlos es difícil debatir; si no está de acuerdo con tu punto de vista, te dice que este es el partido y a quien no le guste que se marche, y lo decía mucho antes de que Rajoy. No existe un sistema interno de debate, de elevación de críticas si, sistema eficaz para identificar a los críticos y aislarlos, pero de debate no. Tampoco existen garantías de la libertad de opinión y crítica; a los críticos se nos aísla de toda función y trabajo en el Partido, se nos pretende condenar al ostracismo, se nos difama convirtiendo la discrepancia en traición, y se nos persigue para identificarnos y expedientarnos: caramba con el partido nuevo¡¡, caramba con el partido que no quería caer en lo mismo que Ciutadans¡.
Por lo tanto el señor Gorriarán no es sincero cuando crítica nuestro anonimato: primero porque el también lo utiliza en el apartado de comentarios de su blog, y segundo porque nuestro anonimato es lógica consecuencia de la permanente amenaza que el aparato mantiene sobre los críticos. El doctor expedientes de UPyD Cataluña se pasa el día llamando “aconsejando” y difamando contra los promotores de Libertad Ciudadanos, y menos bailar sardanas, ya ha hecho todo lo posible para que Madrid abra expedientes de expulsión. Cuando el aparato garantice la libertad de opinión y critica de los afiliados entonces prescindiremos con gusto del anonimato, pero por el momento no os facilitaremos la cacería de brujas.
Algún cibercortesano en el blog de Carlos, dice que nosotros queremos “quitar a unos para poner a otros”: No, nosotros no queremos “poner” a nadie, queremos que los compañeros afiliados tengan libre información, libre debate, puedan opinar y criticar libremente, y puedan elegir libremente. Para “ponernos” nosotros debería darse todo eso, y además que nos presentemos, y lo más difícil: que los compañeros nos voten mayoritariamente. Por lo que en tal caso, serían los compañeros los que “nos pondrían”. Pero lo cierto es que lo vemos tan lejos, que ni se nos pasa por la cabeza tan idílica situación; la de tal grado de democracia interna me refiero.
Insiste Gorriarán en meternos a todos en el mismo cibersaco; eso es producto de su inexperiencia en la red y de sus latigazos sectarios: para los que no conocimos a paquito, lo de la “conspiración judeomasónica" nos suena a chiste. Libertad Ciudadanos somos independientes, y la mayor prueba de lo independientes que somos es que tenemos enemigos en todas partes, especialmente en el aparato y entre los aspirantes, algo que, en contra de lo que se cree, en los tiempos que corren, es un excelente síntoma. Nosotros no somos sectarios, ni administramos la libertad de nadie, y criticamos a los hipócritas presumidos que van de liberales en su blog, foro, asociación o partido, pero cuando les pisas el callo te aplastan sin pensarlo. Boicotear o censurar a quien “no me cae bien” no es una actitud “liberal” sino fascista. Que tomen nota también algunos de tus críticos, porque nosotros ni nos acostamos, y menos nos casamos políticamente con nadie. La transversalidad de Libertad Ciudadanos no es un “poryecto” como en el Partido, es una realidad; aquí coincidimos gentes de diferente ideología, por un proyecto común para nuestra sociedad, para nuestra España, para su futuro, para sus hijos, y caernos bien o mal es una cuestión no indispensable, en realidad, a mi personalmente eso me importa un pimiento, y casi me divierte provocar el falso liberalismo de algunos.
No tenemos prisa: poco a poco, el tiempo irá probando día a día la supina incapacidad del equipo gestor del Partido para dirigirlo: un señor completamente incapaz de dialogar con quien discrepa, un señor incapaz de garantizar la libertad de debate y opinión, un señor que confunde la información fehaciente con las insidias que le cuenta el médico de Barcelona; este señor es un completo incompetente como gestor. En la política, el arte del consenso, del acuerdo y del diálogo es práctica indispensable que hemos de proponer y practicar.
Que el compañero Gorriarán se pierda criticando nuestras formas, como vieja táctica para no responder a lo más importante; al fondo, le define claramente en su postura ante lo planteado.
Señor Carlos Martínez: queremos democracia interna ahora, no dentro de año y medio. Los ciudadanos no podemos prescindir de nuestros derechos durante un año y medio, como no podemos prescindir de nuestra vida durante un año y medio.
Ahora puede continuar descalificándonos, no nos importa, solo nos importa el proyecto en el que nos hemos metido, y como usted no lo está haciendo bien, lo haremos los afiliados desde las bases: quizás es ese el destino de un partido realmente “nuevo”, desde la base, a iniciativa de la gente sencilla. Este partido desde la base, y con una portavoz como nuestra Rosa, será mucho más eficiente, entendido y votado por el elector que el modelo de partido que usted impone, que seguramente será una maravilla, pero que lamentablemente, a los afiliados y a los electores les da mal rollo.
Atentamente,
Servus Publicus (Memento Mori)
martes, 6 de mayo de 2008
CONVIVENCIA TRANSVERSAL
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